(Serpis, Alcoi, 1834 – Madrid 1909)
Se forma en la Academia de San Carlos en Valencia y en la de San Fernando en Madrid. Por la copia de la Ejecución de los Comuneros de Castilla, de Antonio Gisbert, el Ministerio de Fomento le concede una beca de formación para Italia, y queda, desde un primer momento, enamorado de Venecia, ciudad en la que desarrolla lo más destacado de su producción. Desde 1864 concurre a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, y es galardonado en varias ocasiones. En 1871, obtiene su mayor galardón, una Medalla de Segunda Clase por El marqués de Bedmar ante el Senado de Venecia.
Gracias a la protección económica de José María Olmos, puede fijar su residencia en Venecia, y dedicarse a pintar temas de historia de la ciudad y pequeños cuadros de género muy admirados en su tiempo. Es medalla de oro en la Exposición Internacional de Viena de 1873. En 1884 regresa a España, y es a partir de entonces profesor en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, de Barcelona y de Madrid, además de académico de la de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
La obra, Clérigo leyendo un libro observamos una composición muy sencilla pero bien resuelta en iluminación y en profundidad. Así, la disposición con el libro dispuesto en primer término, y la oscuridad de la sala, junto a los contrastes de las luces y las sombras, nos trasporta a una trascendencia íntima.